La ceguera selectiva: El mal autogenerado preferido de la izquierda
Si vamos a ser tan cínicos como para pretender que la democracia es solamente que un gobierno gane unas elecciones, y que eso mágicamente lo habilita para cometer cualquier atrocidad, como muy amablemente me señalan sobre el gobierno de Hugo Chávez algunos interlocutores que se autoperciben como "izquierdistas", entonces las acusaciones de Fraude Electoral deberían ser tomadas con muchísima cautela por cualquiera que opine sobre el tema.
Sin embargo la mayoría de la izquierda -por no decir toda- hace caso omiso a las gravísimas denuncias en contra del Tribunal Electoral de Bolivia.
Si eliminas de las acusaciones de Fraude del análisis, es obvio que el resultado de la ecuación va darte: Unos policías solicitando la renuncia del presidente de la nada, ergo, golpe de estado.
El problema es ese, que la izquierda omite por decisión propia analizar la película completa:
Unas elecciones con un manto de duda, denuncias de fraude, y el pequeño detalle de la elección nacional que perdió el mismo Morales para cambiar la Constitución hace casi 4 años en 2016.
En esa elección del 2016 la opción del "Sí" (apoyada por el expresidente) obtuvo el 48,7%, en la de Octubre según los resultados preliminares había obtenido 47.08 % lo que forzaba a una segunda vuelta electoral que muy probablemente perdería si se sumaban los votos opositores, tal como sucedió en 2016.
Las denuncias de Fraude son gravísimas, y después de leer el informe detallado de la OEA, no me parecen infundadas. Y el que tenga dudas sobre las mismas le recomiendo leer el reporte completo donde se habla de las irregularidades y denuncias específicas por las que consideran poco confiables los resultados; lamentablemente no puedo decir lo mismo de la declaración del CEPR que no expone ni un dato específico sobre el proceso electoral.
Como ya lo expresé hace poco, me parece que cada vez hay menos demócratas y más aferrados a partidos políticos izquierdas/derechas; para quienes la noción maquiavélica de robarse una elección o encarcelar a algún opositor es simplemente un pequeño precio a pagar para que "gane mi equipo".
Por ello no me sorprendió para nada una encuesta que publicó el año pasado el Diario La Nación, y que maliciosamente sacaron a flote algunos bots de tuiter esta semana para decir que La Nación (=la derecha=los yankees) justifican lo que ellos consideran "el golpe de estado" en Bolivia.
En la nota que explica la encuesta se preguntan, casi a manera de chiste, que cómo es posible que el país que tiene mayor valoración por la Democracia como el mejor sistema de gobierno era Venezuela que estaba en dictadura.
Puede parecer una paradoja, o simplemente una triste ilustración del refrán "dios le da pan al que no tiene dientes".
