El día que conocí a Lorenzo Vigas




Un querido amigo de la Universidad me acaba de recordar esta entrevista que le hice una vez al cineasta venezolano Lorenzo Vigas.






Corría el año 2006, yo tenía 22 años y trabajaba ad-honorem para un magazín cultural llamado Corriente Alterna.

Manuel Gago mi mejor y más antiguo amigo, me pidió que lo acompañara a entrevistar a Lorenzo, sin él saber muy bien a quién íbamos a conocer.

Recuerdo caer en cuenta que este, "Vigas", era el hijo del Maestro Oswaldo en cuanto entramos al jardín de la casa de los Chorros que es como un Museo. Y que justamente este "Vigas" era el director/guionista de uno de mis cortos favoritos en la vida: Los Elefantes nunca olvidan.

Luego de sacudidos los nervios iniciales hicimos esta entrevista "a cuatro manos" que terminé mandando a la página.


Reproduzco la entrevista completa:


La ficción es mi pasión

El novel cineasta venezolano, creador de Los elefantes nunca olvidan, corto que estuvo seleccionado en Cannes, nos habla de su pasado, presente y futuro, en el que se vislumbra una exitosa carrera como cineasta en un mercado tan amplio pero difícil como el mexicano, donde está realizando su primer largometraje.

Corrientealterna se internó en la intimidad de su morada en Caracas, a la que nombra con un especial cariño, para indagar sobre su vida, el cine, y por sobre todo el futuro de nuestra industria

Lo primero es saber: de Biólogo a Cineasta, ¿cómo fue esa transición?
Bueno la biología era lo que yo estudiaba, pero hay veces que la vida da muchas vueltas, uno empieza a estudiar algo y termina trabajando otra cosa, pero en sí la biología era como mi pasión para APRENDER, y para HACER era el cine, porque desde chamo ya hacía películas. Desde los 15 años que mi papá y mi mamá me regalaron una cámara de VHS y ya desde ahí cambié de inmediato porque comencé a hacer películas caseras, casi todas de terror. Pero hice varias.
Y mientras tanto yo seguí estudiando biología porque me gustaba mucho, pero ya cuando terminé la carrera me di cuenta que el trabajo que yo quería hacer no era como biólogo sino como cineasta.

Sabemos que filmaste el corto en el Oriente del país, ¿qué tal la experiencia?
La verdad es que no pensaba filmar en Araya, cuando escribí el guión lo escribí como pensando para grabarlo como en Higuerote, como en Rancho Grande, como en una zona costera frondosa, costa montaña, y lo escribí así pero entonces me puse a buscar locaciones: agarré el carro y me puse a recorrer toda la costa y cuando llegué a Araya me di cuenta que era el mejor lugar para filmar el corto, porque la soledad del paisaje hace que la historia sea más dramática; la aridez juega un papel muy importante.
Y así es, cuando uno hace una película siempre tiene que estar cuestionándose y cambiando las ideas que ya tenías para agarrar mejores. Hay que estar siempre abierto.

¿Y cómo se portó la gente de allá?
Llegamos a Araya, nos quedamos en Posadas y el Alcalde nos ayudó, yo tengo pendiente hacer una proyección porque no he ido para allá a proyectar.
Lo filmamos en Punta Arayas que está un poquito más arriba de Araya, que es donde sale el chamo caminando todo el pueblo del principio donde agarra el camión, todo eso es el pueblo. El final del corto ya es Araya.

Guillermo Arriaga, es quizás el más importante guionista latinoamericano del momento, desde hace un tiempo mantiene una estrecha relación con Venezuela y su gente, Lorenzo, amigo personal de Arriaga nos cuenta sobre su experiencia. ¿Qué tal la experiencia de trabajar con él?
Maravillosa, porque él no es un productor; él es un escritor en realidad, pero entonces cuando está produciendo piensa como un buen productor. El trabajo de un productor es hacer salir lo mejor de todo el equipo, es decir, hacer que tú des lo máximo, sacarte el jugo pues, y poner en contacto a la gente adecuada.

¿Cómo lo conociste?
Nos conocimos aquí en el 98, porque en el Festival de VIART de la Universidad Católica lo invitó como jurado y yo era jurado también, y entonces nos hicimos muy amigos. Un día como 2 años después yo le conté la historia de mi largo y a Guillermo le gustó tanto que me dijo “vente que yo quiero producirte esa película en México”. Pero de base hay una gran amistad desde el 98, además que tenemos gustos muy similares, hay que siempre trabajar con gente con gustos parecidos a los tuyos.

Por otro lado y por el mismo, porque al escuchar que fuiste jurado en VIART, me nace la curiosidad de saber qué piensas sobre nuevos talentos y los nuevos realizadores ¿qué te parece lo que se está haciendo en la actualidad?
Es que hay apoyar a los cortos porque de ahí es que salen los cineastas del futuro, por ejemplo que está haciendo Cines Unidos de poner mi corto a nivel nacional con una películas, eso ojalá se pudiera dar más, pero claro tienen que ser cortos que tengan un standard de calidad, no se puede poner cualquier corto tampoco. Pero sí debería haber como un proceso de selección y los mejores del año del país podrían pasarlos así como se va a empezar a pasar el mío.

Creo que te escuché decir o leí algo que mencionaste tú sobre el “romper con la urbanidad” en el cine. Primero, ¿Por qué? Y segundo, con respecto a esto, ¿te parece que el cine venezolano lo ha estado logrando?
Eso es importante lo que estás diciendo porque yo creo que estamos en Venezuela muy metidos en películas de Clase media, y Clase media de la Ciudad , casi todas las películas son Clase media de la ciudad y el país es muy grande y hay que salir a hacer cosas afuera (o adentro) y hay una cosa que se llama “lugar común” y en Venezuela tenemos tendencia a siempre caer en el Lugar común cinematográfico.
El problema no es que las películas siempre sean de malandros, porque siempre se van a tener que hacer films de contenido social, es normal, el problema es que siempre se hacen las películas cayendo en los lugares comunes, entonces el policia/choro siempre lo vemos igual, ¿entiendes?
El problema es que no se hacen películas tocando la problemática social pero alejándose de los lugares comunes.

Pero no te parece arriesgado tocar problemáticas y temas que estén ajenos al entorno del cineasta? Como por ejemplo el hecho de vivir lejos de un lugar te puede hacer una trampa para que termines caricaturizando los lugareños.
Claro, es un reto. Tienes que ir, ver como es la gente y tener una imaginación que te aleje de los lugares comunes, porque la primera idea que uno escribe siempre, hasta en los genios, es un lugar común y después tú dices, esto ya se hizo, ya se ha visto, hay que hacer algo distinto. Entonces ese es el trabajo de uno de rigor de decir: Bueno, lo voy a contar de otra manera.
Pero es eso, generalmente siempre lo que viene al principio es un lugar común.

Con respecto a nuestra mini industria aún sostenida con la mano del Estado, ¿qué tal la diferencia a trabajar en México? ¿Hay mucha brecha?
No, la diferencia principal es la dependencia del Estado que hay en la producción nacional. Yo creo que el Estado sí tiene que estar para gente que empieza, para apoyar operas primas , o para cortometrajes, pero yo creo que el cineasta tiene el deber de enamorar al incentivo, al dinero, al inversionista, para que dé dinero para su película, porque el cine tiene que ser un negocio. Eso de que el Estado te pague tu película, haces tú película y ya, entonces ¿qué pasa? Eso lo que hace es que el cine se estanque, porque no tiene la necesidad real de recuperar el dinero, y el cine debe recuperar. Si te lo da el Estado y tu película no funcionó bueno no importa, en cambio si te lo da un inversionista, que tú sientas esa responsabilidad, coño tú tienes que recuperar ese dinero, ¿no?
Entonces yo creo que el Estado tiene que estar, pero también tienen que haber películas que se hagan con dinero privado y el cineasta es básicamente un seductor. La persona que no sea seductora que no se dedique a este negocio, porque uno tiene que estar seduciendo a todo el mundo, convenciendo que te den dinero para tu película, uno de los talentos más importantes para los cineastas es el arte de la seducción, para convencer a todo el mundo que te ayuden con tu proyecto y que lo vean.

Bueno y por ejemplo, a la hora de trabajar en esto, como tú, escribiendo, eres de esas personas que se mete de lleno en un proyecto o tienes más ideas en otras historias? Es decir, ¿eres monógamo o polígamo con tus ideas?
Soy monógamo completamente, cuando trabajo solamente (acota entre risas) mentira también en mis relaciones. Pero me cuesta mucho, tengo que estar metido en un proyecto, llevarlo hasta el final y desarrollarlo completamente. De repente más adelante pueda estar metido en 2 ó 3, pero lo bueno es que hace como 2 años se me ocurrió una idea para la segunda película. La idea para la segunda película ya la tengo, ya escribí el argumento, ya la tengo lista, y está ahí en Stand by, para cuando esté filmando esta, tenga a alguien trabajando el guión, porque quiero encargárselo a alguien.
Yo creo que hay que tratar que no pase tanto tiempo entre película y película.

Te lo preguntábamos porque nos interesaba saber si a ti como escritor te influye mucho la ciudad de México o te sientes arraigado a Venezuela en la forma cómo escribes y cómo ves las cosas.
Si, claro. Es una película mexicana y cuando tú la veas tienes que poder decir “esto es una película mexicana” y no: “Esto es de un venezolano que se fue a México”. O sea, tu tienes que sentir México como es, y he tratado de meterme dentro de la cultura y todo, por supuesto.

¿Y puedes adelantar algo de tu primer largo?
Sólo que es una historia de amor entre dos personas con mucha diferencia de edad entre ellas. ¡Hasta ahí!

¿Y ya estás en casting? ¿Crees que el problema aquí es que los actores son malos en Venezuela?
Bueno, si supieras que hay buenos actores, bueno fíjate en mi corto las actuaciones son buenas y son 2 chamos.

También es un trabajo de dirección, ¿no?
Claro, es sobre todo trabajo de director, ensayo con los actores, qué es lo que tú quieres sacarles, es un trabajo de dirección de actores. Tú puedes poner a actuar, prácticamente a cualquier persona y que lo haga bien si lo diriges bien.
Entonces claro, hay actores que son muy malos pero también muchísimos buenos actores en Venezuela, la cosa es dirigirlos bien.

Y con respecto a la influencia de tu padre como artista plástico, ¿ha sido importante en tu creatividad?
Muy grande, yo creo que a nivel visual estoy muy “formado”, por la influencia que ejerce lo que uno recibe estar viendo cuadros desde que uno es niño, por eso mi esfuerzo en los último años ha sido dirigido hacia el contenido: aprender a escribir, porque yo tengo como toda la parte formal, estética bien desarrollada por ser hijo de un pintor. Pero el cine son las dos cosas, es importante la parte estética pero también es importante la parte del contenido. Ahora creo que lo segundo es lo más importante.

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